Mapa de la región del Catatumbo en el Norte de Santander. El Refugio Humanitario se encuentra en el municipio de Teorama.

El Catatumbo queda en una esquina olvidada del territorio colombiano. Trochas transitables sólo con vehículo todo terreno llegan hasta veredas sin un mínimo de inversión social. El campesinado de la zona ha vivido en medio del conflicto armado y ha visto miles de personas desplazadas. Para sobrevivir, el campesinado ve como única oportunidad la siembra de coca.  El Gobierno colombiano ha continuado este año con la fumigación y erradicación de los cultivos ilícitos, una política que según Margarita Silva, secretaria de Gobierno del Norte de Santander, ha creado una crisis humanitaria en la región1.

«Las fumigaciones provocan enfermedades en la piel y generan brotes y gripas en adultos y niños», explica Elías Naom Quintero, coordinador de salud del Refugio Humanitario en Catatumbo e integrante de la Asociación Campesina de Catatumbo (ASCAMCAT)2. «No es sólo la coca que fumigan sino todo el pancoger como la yuca, el plátano y el maíz. La fumigación acaba con todo. Entonces, ¿qué puede hacer este pobre hombre? Tiene que salir desplazado porque aquí no hay inversión social»3.

A partir del 29 abril de 2009, junto con centenares de familias campesinas de la región, la ASCAMCAT fundó el Refugio Humanitario en la vereda Caño Tomás (municipio de Teorama) en la zona norte del Catatumbo, cerca de la frontera entre Colombia y Venezuela.  El propósito era acampar en un territorio de paz desde donde pudieran llamar la atención a la problemática de la zona, la falta de inversión social, la falta de alternativas al cultivo de la coca, las violaciones de derechos humanos por actores armados legales e ilegales y la potencial explotación de carbón por empresas multinacionales4.

«Vivimos indignamente —dice Naom—, no vivimos como el mundo se cree que tenemos de todo porque trabajamos con la coca. Lo que se hace alcanza solamente para sobrevivir. No hay camas, no hay sillas, no hay baños ni sanitarios, tampoco electrificación. No hay puestos de salud. La educación es mediocre en las poquitas escuelas que hay. No queremos que nuestros hijos tengan que cultivar coca porque el Estado no les ha dado alternativas».     

Compromisos del Estado

Después de algunos intentos sin éxito, finalmente se han logrado abrir espacios de diálogo con las autoridades gubernamentales a través de tres Mesas de Interlocución. Así, han venido representantes de derechos humanos de la Vicepresidencia, de la gobernación de Norte de Santander y, además de la Defensoría del Pueblo, también lo han hecho organizaciones nacionales e internacionales y medios de comunicación.

En respuesta a los reclamos del campesinado, estos entes estatales se han comprometido a la instalación de audiencias populares y una mesa departamental de garantías para defensoras de derechos humanos y miembros de organizaciones; asesoría sobre las rutas de atención y protección ante violaciones de derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH); la elaboración de un plan de desarrollo en el Catatumbo en que participe ASCAMCAT; y un paquete de ayuda financiera humanitaria a 500 familias5.

Mientras se espera al cumplimiento de los compromisos del Estado colombiano, la gente de las comunidades que componen el Refugio Humanitario sigue en una situación de alta vulnerabilidad.  Se encuentran en medio del conflicto armado en una zona de campos minados donde las carreteras a menudo son intransitables. A pesar de las advertencias en el perímetro del campamento sobre la prohibición de la entrada a actores armados tanto la guerrilla como el Ejército Nacional han desobedecido esta exigencia6. A raíz de tales hostigamientos, la Defensoría del Pueblo ha solicitado medidas de protección para la población7.

Aunque las condiciones en el campamento son difíciles, la alternativa de desplazarse de su tierra para vivir en la pobreza urbana es aún peor. «Si nos vamos a la ciudad —concluye Naom—, será para mendigar, vivir bajo los puentes y arriesgar a que nos maten.  Como no hay alternativas, tenemos que hacer la protesta acá»..

 

NOTAS:

1 Hasta finales de noviembre de 2009, se ha reportado la fumigación de 500 hectáreas sembradas con hoja de coca en el Catatumbo, pero la meta de la Policía es de rociar 5.000 hectáreas de cultivos ilícitos. «Piden parar  la fumigación a los cultivos ilícitos en Catatumbo», El Tiempo, 18 de abril de 2009
2 Entrevista en el Refugio Humanitario con Elías Naom Quintero, 6 de junio de 2009. ASCAMCAT es una de las organizaciones acompañadas por el Colectivo de Abogados Luís Carlos Pérez (CCALCP). En virtud de ese acompañamiento, PBI ha asistido al Refugio Humanitario en tres ocasiones.
3 Ibíd. 2
4 «¡Las comunidades del Catatumbo Bajo nos declaramos en campamento refugio humanitario!» Prensa Rural, 14 de mayo de 2009
5 «Importantes compromisos de las autoridades con los campesinos del Catatumbo», Prensa Rural, 5 de octubre de 2009
6«Denuncian hostigamientos del Ejército sobre refugio humanitario», El Tiempo, 23 de julio de 2009; «Ejército Viola Nuevamente el Refugio Humanitario», International Peace Observatory, 6 de octubre de 2009; «Guerrilleros irrespetan el territorio del campamento refugio humanitario», Prensa Rural, 28 de mayo de 2009
7 «Defensor del Pueblo solicita medidas eficaces de protección para población vulnerable en N. de Santander», Defensoría del Pueblo, 31 de julio de 2009