Berenice Celeyta viene denunciando, desde hace más de dos décadas, las continuas violaciones de los Derechos Humanos que se sufren en Colombia, esencialmente por parte de grupos armados paramilitares. En 1998 recibió el Premio Robert F. Kennedy de los Derechos Humanos y un año después fundó en la ciudad de Cali la Asociación para la Investigación y la Acción Social ‘Nomadesc’, de la que es presidenta.

Debido a su compromiso social y a su constante labor de denuncia, Berenice ha recibido numerosas amenazas de muerte y ha sido objeto tanto de interceptaciones de llamadas telefónicas como de seguimientos por personas desconocidas, al parecer relacionados con el trabajo que la activista mantiene con dirigentes sociales y sindicales del Valle del Cauca.

Pero sin duda el hecho más grave al que ha tenido que enfrentarse Berenice es el plan criminal que se conoció en agosto de 2004, la ‘Operación Dragón’, orquestado desde las propias filas del Ejército Nacional Colombiano y que pretendía recolectar información sobre diferentes representantes políticos, sindicales y líderes de movimientos de Derechos Humanos con la supuesta intención de asesinarlos.

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