Articulo publicado en el Boletín especial 15 años, octubre 2009
Julia Wältring, voluntaria de Alemania (2007-9)
Tras años de fuertes seguimientos, en 1994 la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos pide el acompañamiento de PBI.
Gloria Luz Gómez, coordinadora nacional de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (ASFADDES), y Esperanza Merchán, secretaria general, trabajan incansablemente, junto con muchos otros familiares, para que el Gobierno colombiano ratifique la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, aprobada por Naciones Unidas en 2006. Sin embargo su trabajo diario va más allá: ASFADDES acompaña a personas en la búsqueda de sus familiares desaparecidos, les apoya moral y físicamente, promueve mecanismos jurídicos y políticos para lograr la sanción a los responsables materiales e intelectuales de la desaparición, y la reparación ética, moral e integral de las familias. Además, impulsa y apoya a la organización de familiares de detenidos y desaparecidos, brindando espacios de capacitación y formación.
ASFADDES fue una de las organizaciones que pidió el acompañamiento de PBI en 1994, un período muy duro para Colombia. «En esta época se daban las masacres, había asesinatos todos los días. Pensábamos en si al otro día amanecíamos. Sentíamos los seguimientos constantes, la vigilancia de la oficina, se empezaron a realizar amenazas telefónicas más directas», recuerda Gloria.
La desaparición del abogado Alirio Pedraza en el 1990 fue uno de los detonantes que confirmó que podían ser atacadas por su rol de denuncia de la violación de derechos humanos. Finalmente, fuertes seguimientos y molestias durante una marcha en 1993 les llevó a tomar la decisión definitiva de pedir acompañamiento internacional. La presencia de PBI no pudo solucionar totalmente esta situación de hostigamientos y persecuciones, pero la relación con la comunidad internacional ayudó en esa época tan traumática.
En la década de los noventa el desprestigio, la desvaloración y los señalamientos hacia organizaciones defensoras fueron creciendo. El hecho de que se lograra que la comunidad internacional volteara los ojos hacia Colombia y que estuviera presente de forma constante permitió el fortalecimiento de las organizaciones no gubernamentales.
A pesar de todo, ASFADDES logró sensibilizar a la sociedad colombiana: «hoy en día los medios de comunicación hablan sobre desaparición forzada, hace seis años nadie hablaba sobre esto», comenta Gloria.
El trabajo para lograr la tipificación de la desaparición forzada como delito en la Ley 589 de 2000, juntamente con los mecanismos para la búsqueda de personas desaparecidas, fue fruto del esfuerzo incansable de ASFADDES. Otro avance muy especifico, según Gloria, es que «se ha generado una formación y un lenguaje propio de los familiares que es una experiencia que nace de nosotras mismas».
Esperanza Merchán concluye que «a pesar del dolor y la rabia nos mantenemos constantes. Son esos sentimientos, el dolor y el amor, los que nos mantienen aquí. En ASFADDES es el gran valor que tenemos nosotras al interior. Y el apoyo que hemos recibido de la comunidad internacional ha sido también una de las bases para que los familiares hayamos resistido y sigamos resistiendo».&nb