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2002. Una paz aparente

2002. Una paz aparente


Dorrit Timmer en un acompañamiento a la Corporación Jurídica Libertad en un asentamiento de desplazados en Altos del Oriente, Medellín [Foto: Jorge Mata/Surimages-IPA]

 

 

Articulo publicado en el Boletín especial 15 años, octubre 2009

Dorrit Timmer, voluntaria de Holanda (2002-2004)

El conflicto urbano en Medellín: a pesar de la desmovilización de los paramilitares, los barrios más pobres siguen registrando altas tasas de violencia.

Desde la casa escuchábamos los ruidos de los helicópteros que sobrevolaron durante largas horas la ciudad. Era mayo de 2002, se estaba llevando a cabo la Operación Mariscal en los barrios de la Comuna 13. En las noticias veíamos cómo un despliegue militar de grandes dimensiones invadió esa zona popular de Medellín. Se capturaron milicianos y supuestos milicianos, cayeron heridos y casi una decena de civiles resultaron muertos. 

Apenas llevaba unas semanas en el equipo de PBI en Medellín. A pesar de que la vida transcurría normalmente en gran parte de la ciudad, sentíamos una guerra muy cerca. Procurábamos mantener la comunicación con el  voluntario que estaba acompañando a un abogado en la zona de disputa. La comisión que estaba verificando el respeto por los derechos humanos se encontraba en medio de los hechos y los grupos enfrentados.  

Nos dijeron que se había empezado a «retomar y pacificar» la comuna. Una nueva operación, que siguió unos meses después bajo el nombre de Orión,  dejó otras tantas víctimas debido a la fuerza militar excesiva que se impuso, en medio del contexto urbano. A partir de ese momento muchas organizaciones denunciaron un control militar y paramilitar en ciertos sectores de la comuna 1. 

A pesar de que desaparecieron los retenes armados que algunas veces nos habían  incomodado y asustado en el camino entre las fronteras de diferentes barrios, de aquí en adelante muy pocas veces acompañamos actividades en esta zona. El trabajo comunitario en gran parte se había quebrado, porque nadie confiaba en nadie. Las pocas veces que íbamos, observábamos el silencio tan extraño que reinaba por la zona. La gente estaba en sus casas y ya no saludaba. ¿Entonces, esa era la paz de la que se hablaba?

 El trabajo con víctimas y hablar de derechos humanos se volvió  delicado porque según la investigación de CINEP y Justicia y Paz, militares, policías y paramilitares compartían espacios  y toda información acababa  en manos equivocadas 2. La crítica se consideraba sospechosa de subversión y quienes se atrevían a denunciar agresiones y violaciones se tenían que desplazar o lo pagaban con la vida. Fosas comunes lo confirmarían años más tarde 3. 

Con un espectáculo de entrega masiva de armas a finales de 2003 empezó oficialmente el desarme del Bloque Cacique Nutibara en Medellín. Unos novecientos paramilitares de este grupo  dejaban  las armas para reintegrarse a la vida civil. A cambio de la verdad recibirían condenas reducidas y nuevas oportunidades patrocinadas por el Estado. 

A partir de 2006, ya desde mi nuevo trabajo en medio de las históricas comunas, pude acercarme más a la realidad que vive la mayoría de la gente en Medellín, aunque la ciudad ya era otra. 

«A pesar del discurso oficial del Gobierno sobre la inexistencia de paramilitarismo en el país,  aparecen llamadas de las auto denominadas “Águilas Negras”, panfletos con mensajes fascistas, intimidaciones y robos de información a  organizaciones sociales en sectores con control estatal, presencia de grupos de mafias locales vinculados al tráfico de drogas y explotación sexual de jóvenes. Saldos de más de veinte muertos violentos por ajustes de cuentas en algunos fines de semana hacen recordar épocas anteriores y vislumbran una realidad camuflada en la capital antioqueña»4.

La imagen de una aparente normalidad no puede ocultar la realidad de la violencia que sigue asolando Medellín.

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1 «Colombia: Los paramilitares en Medellín: ¿desmovilización o legalización?», Amnistía Internacional, 1 de septiembre de 2005

2 «Los órganos de justicia y control compartiendo arbitrariedades de la Fuerza Pública», Banco de Datos de Violencio Política, CINEP y Justicia y Paz, mayo de 2003

3 «Sentencia judicial confirma fosas comunes y control paramilitar en la Comuna 13 con posterioridad a la Operación Orión», Movimiento de Víctimas, abril de 2008

4 «Las “Águilas Negras”  anuncian limpieza social en un sector de Medellín», Caracol Radio, 31 de enero de 2008